Lugares

Laguna de Guialguerrero

Se trata de un pequeño humedal que cuenta con manantial propio por lo que suele mantener su lámina de agua incluso cuando el resto de las lagunas de la comarca se encuentran secas por ausencia continuada de precipitaciones.

Aparece rodeada por un cinturón de carrizales, aneas y junqueras que alcanzan densidad suficiente para proporcionar refugio a una diversa avifauna acuática con especies como el somormujo lavanco, los zampullines cuellinegro y chico o el aguilucho lagunero.

Muy cercana se encuentra una antigua ermita a la que se acude en romería el último domingo de agosto y que parece testimoniar lo que pudo ser un antiguo poblado medieval llamado Villarguerrero.

Iglesia parroquial de Cubel

Iglesia parroquial de la Asunción de la Virgen de Cubel es un edificio de mampostería con esquinazos de piedra sillar. Se construyó ocupando el centro del antiguo castillo y utilizando una de sus torres como campanario.

Éste queda perfectamente adosado a los pies de la iglesia, en el lado del evangelio. La portada es de piedra, con medias columnas adosadas y entablamento con frontón curvo con escudo: 1, león, 2, castillo, 3, llaves de la iglesia y 4, flor de lis.

El interior es de planta de cruz griega, con una cúpula con tambor y linterna en el centro, soportada por cuatro pilares cruciformes con capiteles toscanos. A este sistema de planta central se le añadió un tramo a los pies sobre el que se colocó el coro y otro en la cabecera para el altar. Toda la iglesia se cubre con bóvedas de lunetos finamente policromadas y decoradas con pinturas de motivos rococós y ángeles. El tambor de la cúpula recogía las alegorías de la Fe, Esperanza, Caridad y Justicia, y en la cúpula, unos emblemas parlantes con las letanías marianas. Dos de las alegorías se han eliminado recientemente; posiblemente en 1983, año en el que R. Navarro y Sarroca pintaron las pechinas. Las dos alegorías que se han respetado son la de la Justicia, con la balanza, y la de la Esperanza, con el ancla.

En el exterior queda vista la fábrica de mampostería con esquinas de sillar, destacando la composición de la fachada principal, con portada de cantería abierta en arco de medio punto flanqueado por semicolumnas toscanas que sostienen un entablamento coronado con un frontón curvo que aloja un escudo.

Es obra de la segunda mitad del siglo XVIII, realizada y adornada en una sola etapa.

Fue restaurada en 1981, según proyecto de José María Gasca. La intervención consistió en la consolidación de los cimientos y de los muros, zunchado perimetral y sustitución de cubierta y pilares, reparación de grietas y arreglo de arcos y bóvedas. Del mismo momento parece ser la pintura.

El Castillo

Cubel es el pueblo más alto de la provincia de Zaragoza (1108 m.), visible, al menos la torre del castillo, que es de la iglesia, desde toda la cuenca de la Laguna de Gallocanta.

El cerro llamado la Atalaya, que se eleva a unos 50 metros sobre la base, está coronado por una plaza de forma circular que sería el recinto del antiguo castillo, recinto hoy muy transformado por las numerosas edificaciones; la población se sitúa en la ladera, hacia el sureste, en torno a dos o tres calles semicirculares y casi paralelas, unidas a su vez por otras descendentes o ascendentes, como queramos.

Del castillo queda un hermoso y fornido torreón de piedra que sirve de torre de la iglesia, y unos lienzos de murallas de piedra en una calle que queda por debajo de la iglesia de la Asunción y que va rodeando su fábrica. Este muro conservado marca la línea por donde estaría trazada toda la muralla que rodearía la corona del cerro en la cima del cual estaría la torre del homenaje y residencia del alcaide. Incluso parece que el cuerpo central del edificio que se sitúa hacia el oeste, frente al torreón, pudiera haber sido una de las torres de defensa del castillo. La otra torre de que constaba el castillo no conserva actualmente más que el basamento macizo y se sitúa en el lado norte de la iglesia, ligeramente separada de la misma.

Dada su proximidad a la frontera castellana debió fortificarse tempranamente con un sólido castillo, a juzgar por los restos, aunque las noticias sobre el mismo son tardías. Es posible que se construyese antes de la primera guerra con Castilla, es decir a finales del siglo XIII. Sin duda existía en 1357 cuando, según Zurita, Pedro IV lo puso bajo la custodia de Pedro Gilbert Brun, próxima la segunda y cruel guerra con Castilla. Durante ésta, y más concretamente en 1363, sirvió de refugio a los vecinos; lo cual nos hace pensar que el recinto debió ser bastante amplio y para ello se había construido. Según C.Guitart también tuvo importante papel en las guerras del siglo XIV y Juan II lo cedió en recompensa a su fiel vasallo Rodrigo de Rebolledo, en 1471.